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La primera empresa que fundó Juan Paradas Palacios fue Mollete San Roque, y es que desde niño le encantaba jugar en la panadería de su abuelo Juan, viendo como se amasaban y cocían los famosos molletes que elaboraba la familia.

Una larga tradición familiar que comienza en la España de posguerra, cuando Don Juan Paradas Pérez (el abuelo) sufrió una enfermedad que le impedía seguir con su trabajo de agricultor. Para mantener a su familia empezó a fabricar unas piezas de pan de miga blanda. Él mismo iba al molino, amasaba y cocía en una panadería alquilada a tanto por pieza cocida y, una vez lista la mercancía, agarraba su cesta llena de panes, tapados con una manta para que se mantuvieran calientes el máximo tiempo posible, y salía a venderlos. El hecho más curioso es que Don Juan había reinventado el mollete, su espíritu emprendedor le hizo volver a dar con la fórmula de un pan tradicional cuya elaboración se había perdido.

La producción fue en aumento y gracias al buen quehacer familiar el mollete se iba convirtiendo en el desayuno habitual de los antequeranos, extendiéndose su consumo por toda Andalucía y el resto de España.

Mollete San Roque ha sido empresa impulsora de la IGP, Identificación Geográfica Protegida, Mollete de Antequera.

Después de fabricar los molletes, el día terminaba elaborando piquitos de pan y creció tanto la demanda de éstos que se construyó en el año 2006 una fábrica exclusiva para la elaboración de los piquitos clásicos o con salvado, que se ha venido ampliando desde entonces. Siguiendo el mismo modelo empresarial que su empresa hermana, Piquitos San Roque rescata las recetas antequeranas más tradicionales para lograr una producción industrial que conserve al máximo las cualidades del producto.

Nuestros piquitos son un producto de éxito con un característico sabor y textura, además de sorprender por su crujiente textura ligera, no obstante, hemos ido desarrollando nuevos productos paralelos para satisfacer nuevas demandas como la línea de piquitos hostelería, elaborados con aceite de oliva virgen extra.

La Antequerana es parte de Antequera, de la ciudad y de su gente. Fue fundada en 1888 por D. Manuel Avilés y permaneció en la familia hasta que fue adquirida por Juan Paradas en 2012.

La Antequerana ha sido testigo del paso del tiempo a través de vidas, de anécdotas familiares, de regalos entrañables, de Navidades, de nuevos comienzos, siendo una de las empresas más longevas de Andalucía. Desde su fundación ha ido creciendo y transformándose hasta llegar a ser una empresa de modernas instalaciones que se mantiene fiel a los principios de su fundador.

La Antequerana es fiel a sus clientes, y por eso nos esforzamos para seguir elaborando los mejores productos, no escatimando a la hora de adquirir y transformar las mejores materias primas como aceite de oliva virgen extra, pistachos, piñones nacionales, almendras de gran calibre, cacao, avellanas, manteca de cerdo ibérico, canela de Sri Lanka…con el objetivo de satisfacer a los más exigentes. 

La Antequerana, como empresa y como marca, se fundó en el año 1888 en la misma ubicación que hoy tiene La Antequerana Cafetería. Un edificio emblemático del siglo XVIII con sus extraordinarias columnas renacentistas de mármol rojo de El Torcal de Antequera. De esta manera unimos el pasado, el presente y el futuro.

En el centro geográfico de Andalucía, en la monumental Antequera de rica tradición gastronómica, La Antequerana se enorgullece de ser un emblema de la mejor tradición. Un lugar donde disfrutar de un entorno acogedor, entrañable y original donde se puede saborear un excelente café 100% Arábica acompañado de cualquiera de nuestras exquisitas especialidades de pastelería elaboradas en nuestro obrador a la vista del público visitante.

Además de café, infusiones, dulces, los mejores molletes y churros, en La Antequerana se pueden degustar una amplia variedad de zumos naturales recién exprimidos. También se ha convertido La Antequerana en el mejor lugar para disfrutar de una copa servida de manera extraordinaria.