El origen del mollete: una historia que continúa
El mollete, una tradición arraigada
Desde las calles de Andalucía hasta los rincones más remotos de la península, el mollete se ha convertido en una parte indispensable de la dieta y la cultura local.
Su origen se remonta a la época de Al-Ándalus, cuando la influencia morisca dejó una huella indeleble en la cultura y la gastronomía de la región. A lo largo de los años, el mollete ha evolucionado y se ha adaptado a los gustos cambiantes, pero su esencia sigue siendo la misma: un pan tierno por dentro, crujiente por fuera y con un sabor inconfundible que lo distingue de otros panes tradicionales.
El mollete en Antequera
En la década de 1940, un antequerano llamado Juan Paradas Pérez inició su aventura en el mundo de la panadería en un horno alquilado donde pagaba por cada pieza que cocía. Aunque su especialidad era el mollete de Antequera, no se limitaba a ello, también elaboraba una variedad de bollos y piquitos de pan. Se estableció en calle San Roque.
Mollete San Roque
En 1987, su nieto, Juan Paradas Palacios, decidió emprender el negocio por su cuenta. Tres años después, llevó la producción del mollete a un nivel industrial en el polígono La Azucarera, en Antequera, Málaga. Ahí nació la primera empresa del grupo: Mollete San Roque S.A.
Curiosidades del mollete
Una curiosidad interesante es que el mollete, a pesar de su humilde origen, ha trascendido fronteras y ha ganado reconocimiento internacional como un producto emblemático de la cocina española.
En conclusión, el origen del mollete puede ser un misterio en parte, pero su legado como símbolo de la cocina española perdura a lo largo del tiempo. Desde nuestros humildes comienzos hasta hoy en día, donde tenemos el honor de que nuestros productos estén en la mesa de miles de personas, el mollete continúa sorprendiendo y contando la historia única y fascinante de una tradición. Como parte del Grupo San Roque Antequera, estamos comprometidos con la excelencia y la mejora continua de nuestros productos. Estamos preparados para enfrentar cualquier desafío que se presente en el futuro, manteniendo siempre nuestra esencia.